Fiesta de inicio de clases

Recuerdo del primer mensaje :

Un nuevo año escolar comienza, y con este la vieja y acostumbrada costumbre de iniciarlo con una fiesta de bienvenida para los alumnos, ya sean nuevos o de años abanzados, y profesores.
Para estas fechas el comedor que por tradición se divide en mesas rectangulares segun la fraternidad, se convierte en un perfecto y elegante salon de eventos especiales.

Como todos los años la fiesta de bienvenida comienza con una cena digna de la ocasión, con platillos variados pero igual de deliciosos, seguida de un brindis y , gracias a que todos los alumnos ya son mayores de edad, la celebración termina "hasta que el cuerpo aguante" pues las bebidas alcoholizadas también se darán al por mayor (teniendo la precaución de que los alumnos que ya se encuentren bastante "bebidos" no podrán beber mas, ademas de que las clases comienzan el lunes, no mañana... domingo)

A pesar de ser una cena de gala el atuendo suele ser mas casual que lo acostumbrado en la mayoria de los alumnos, pues el ambiente de la universidad es un poco mas relajado que hace varias decadas.

Todo ya esta preparado, los bocadillos flotando en bandejas para que esten al alcance de todos, la comida esperando en las cocinas, incluyendo los ricos postres, las bebidas con[/url] y sin alcohol, y toda la decoración lista, al igual que los invitados de honor y las autoridades del mundo mágico y de la misma universidad. Los unicos faltantes son los alumnos y profesores, que poco a poco irian llegando, siendo recibidos por un enorme letrero en la puerta del enorme comedor...

Aperitivos:

Bebidas:

Banquete:

Postres:

- En ese caso no tendré que asesinarte por lo que dije - sonreí con malicia, era claro que no lo haría, pero tendía a decir eso cuando le "confesaba" a alguien un secreto o algo parecido.

- Que bueno que lo hagas, la mayoría de los chicos de casi nuestra edad, creen que los padres nunca tienen razón - supongo que es debido a la edad pero en otras hay que entender que lo dicen porque realmente saben lo que están dando a conocer.

Sonreí - ¿Ves? Ahora por el que debes preocuparte es por el hombre que la acompaña, y puede que hasta en cualquier momento lo veamos volar sobre nosotros - reí, a veces tendía a imaginar las escenas y esta vez no había sido diferente.

Seguíamos concentrados en el baile y por lo visto lo que sonaba iba a seguir por un rato más, así que era mejor divertirse, algo que tenía tiempo no hacia, pero hoy parecía que sería diferente. Tome su mano izquierda con mi mano derecha y la levante, haciendo que cambiaramos de lugar, ahora yo me encontraba donde estaba antes, pero sin dejar de bailar - Es divertido ¿no crees? - comenté con una enorme sonrisa, disfrutando de lo que pasaba, no había protocolos para bailar y así todo se disfrutaba más.

La verdad no se si habla en broma o de verdad esa era una advertencia, pero le sonrío como si fuera broma, ojalá lo sea, pues ella no se ve como una asesina de sangre fría - Bueno, podré dormir en paz ahora - digo divertido.

- Lo se... no digo que mi papá sea perfecto pero se que es un gran hombre que me ha educado lo mejor posible y eso pesa mas en mi cabeza que sus errores - tal vez suene como un adulto mayor al hablar así pero creo que el haber perdido a mi madre a tan temprana edad me hizo madurar de forma abrupta, pues en cierto modo desde ese día me sentí en la obligación de cuidar de Danielle y de mi padre, con garras y dientes... literalmente.

Esa idea de ver volar a un dientudo y que la causante sea mi propia hermana me hace sonreír de inmediato y miro a Rosalie con una chisma de picardía en mis ojos - Creo que ver eso sería la cereza del pastel para esta noche en definitiva - susurro malévolo, o por lo menos vengativo.

La música no cambio de estilo, y ya llevamos varias piezas bailando. Comienzo a tener calor pero la verdad esto se esta poniendo muy bien como para parar. De pronto siento que toma mi mano y una sonrisa nerviosa se posa en mi rostro, mirándola le sigo el juego y cambiamos de lugar - ¡Si... mucho! - digo soltándome más, aunque aún sigo con su mano tomada, moviéndola al ritmo de la música, para disimular el que me gusta su tacto.

Era obvio que no lo asesinaría por lo que le llegue a revelar, así que podría estar tranquilo el chico - Cómo un bebe - o algo así se dice en este caso, le sonreí con la misma diversión que él lo hace.

- Creo que los padres nunca son perfectos, pero nos enseñan lo que saben y lo hacen de la mejor manera que pueden - comenté como complementando su respuesta - Sin conocer a tu padre, lo estoy llegando a admirar, por haber educado tan bien a su hijo - dije de manera sincera, porque es verdad, pocos chicos piensan como él, así que debe tener un gran padre.

Enarque la ceja, con cierta intriga - La verdad que si, tal vez podamos hacer que ocurra - claro, que solo bromeaba, pero la esperanza de que algo así sucediera era mínima, porque no es común y sobre todo que suceda aquí.

Comenzaba a sentir calor, y parece que bailar es un buen ejercicio, así que todo bien, aunque espero no terminar luego con los pies adoloridos, por los tacones, un inconveniente cuando se baila, pero por lo divertido de esto, parece que no importara como amanezcan mañana mis pies. No solté su mano y el tampoco lo hizo, pero el ritmo de la música va acorde con lo que hacemos, así que no le veo mayor problema, hasta que cambia el ritmo por completo así que me detengo unos segundos para agarrar aire y saber si quiere continuar bailando o nos sentamos, pues ahora es algo más lento, para bailar en parejas y no se que tanta confianza nos tengamos como para este ritmo. - ¿Deseas continuar o nos detenemos? - pregunto mientras las parejas se van formando y comienzan a rodearnos.

Como un lobezno mas bien pienso sonriéndole de lado. Es entonces cuando caigo en cuenta de que no se que reacción vaya a tener ella al saber sobre mi naturaleza, y eso me pone algo nervioso, aunque como dice mi padre, si alguien te quiere bien te querrá tal como eres y eso también aplica a las amistades.

Asiento a eso pues es lo mismo que pienso, nadie nace sabiendo ser padre - Pues... de parte de él te agradezco, aunque tampoco soy el hijo perfecto - digo riéndole, sonrojado por sus palabras. Creo que sin duda alguna tengo problemas de timidez.

- Eso suena tentador pero... prefiero pasar una primera noche tranquila y divertida, y eso hasta ahora va perfecto - digo alzándome de hombros, tratando de bailar lo menos ridículo y arrítmico posible.

Y cuando creí que justo este ritmo de música me hacía sentir calor... este cambia y se torna algo mas... romántico y suave. No se si se note con la baja iluminación que ahora cubre el recinto pero me sonrojo y miro a Rosalie nervioso, aún sin soltar su mano - Pues... como tú quieras. Por mi no hay problema pero no se si quieras descansar o tomar algo - digo bajando la mirada y tratando de buscar que mirar para evitar sus ojos y que note lo idiota que me veo en estos momentos. No es que le tenga miedo a las mujeres, simplemente me cuesta demasiado dar el primer paso... o el segundo.

No puedo negar que tenía una linda sonrisa, pero al mismo tiempo me intrigaba que había pensado para sonreír de esa manera, tal vez más tarde lo descubriría.

Hice una ligera inclinación de cabeza - De nada - mis ojos se entrecerraron unos segundos - Creo que nadie es el hijo perfecto - aunque podía decir que mi hermano lo fue en su momento.

Eso le hubiera dado el cierre perfecto a la noche, - Tienes razón, mejor que siga tranquila y divertida - dije mientras seguía bailando y esperando que no se presentará algún incidente, ya que por alguna razón nunca faltan.

- Yo aun no estoy cansada, así que creo que podemos seguir bailando, aunque esta vez sea un ritmo más lento - solo esperaba recordar lo que me habían enseñado y no pisar a mi pareja de baile. - Ehm... creo que debes acercarte un poco más - a pesar de que nuestras manos seguían juntas, no estábamos tan cerca y debíamos estarlo para así poder bailar a gusto. Di un paso para estar más cerca.

La fiesta esta en todo su apogeo, la gente baila, bebe y ríe. Nuevos lazos de amistades se están formando bajo el techo del comedor del Ollscoil Dagda Flamel. Fiesta de bienvenida parece estar siendo un éxito rotundo. Los inocentes nuevos alumnos se asombran con el esplendor del lugar y con el buen trato que reciben por parte de elfos y profesores.

Fue una buena movida del Ministerio el invitar a su propio personal y el de otras instituciones, como el Hospital Merlín, pero qué equivocados estaban todos creyendo que esta noche sería una velada tranquila. Que equivocados para no tener más seguridad en los alrededores del comedor y de la universidad.

Entrar fue más fácil de lo que pensábamos, pues como grupo estamos más que preparados para desactivar hechizos de protección con más complejidad que los que en realidad utilizaron. Nuestras túnicas negras hacen un susurro al pasar rosando por los jardines y demás zonas verdes de los terrenos. El edificio principal, con sus luces y adornos se ve majestuoso, un escenario portentoso para ser testigo del primer golpe de aviso que daremos, uno de los muchos que existirán, todo bajo las ordenes de nuestro líder, el cual por razones obvias de seguridad no nos acompaña esta noche.
Yo soy el líder esta noche de acuerdo a sus órdenes, el que organiza el momento justo en el cual atacaremos. Justo antes de dar el primer paso para acercarme a los grandes ventanales del comedor uno del grupo me alerta sobre un campo de protección invisible, por esta razón es importante tener a uno de su “clase” entre nosotros. Ellos son más sensibles a las huellas que deja la magia. – Ustedes tres… por allá. Ustedes 4 se quedan aquí y ustedes dos irán conmigo – les susurro, antes de que todos nos acomodemos. En la entrada del lugar hay 2 aurores, a los cuales derrotamos en un silencio absoluto  - ¡Desmaius! – susurramos 2 y el otro se encarga de tomar los cuerpos antes de que caigan, escondiéndolos detrás de los matorrales de alrededor, lanzando sus varitas lejos.

Con el campo libre, retiramos los hechizos protectores y esperamos unos segundos a que los otros 3 se nos unan luego de hacer lo mismo que nosotros con 2 aurores que andaban rondando por ahí
El momento de actuar llego. Ataviados en nuestras vestimentas negras con vivos verdes, máscaras blancas lisas y varitas en alto, entramos al  comedor, al tiempo que los 4 que quedaron atrás entran por la parte de atrás, rompiendo los ventanales. Vamos directo contra la ministro Le Fay, lanzando Desmaius, Crucios y Petrificus totales al por mayor, a quién se cruce por nuestro camino. Las órdenes de nuestro líder fue solo dar un buen susto y demostrarles que su seguridad es una broma a nuestro lado, nada de muertes por ahora, pues esto solo es una advertencia. Eso no nos impide el ir dejando heridos y petrificados por todos lados.

Rosalie C. Lombardo escribió:No puedo negar que tenía una linda sonrisa, pero al mismo tiempo me intrigaba que había pensado para sonreír de esa manera, tal vez más tarde lo descubriría.

Hice una ligera inclinación de cabeza - De nada - mis ojos se entrecerraron unos segundos - Creo que nadie es el hijo perfecto - aunque podía decir que mi hermano lo fue en su momento.

Eso le hubiera dado el cierre perfecto a la noche, - Tienes razón, mejor que siga tranquila y divertida - dije mientras seguía bailando y esperando que no se presentará algún incidente, ya que por alguna razón nunca faltan.

- Yo aun no estoy cansada, así que creo que podemos seguir bailando, aunque esta vez sea un ritmo más lento - solo esperaba recordar lo que me habían enseñado y no pisar a mi pareja de baile. - Ehm... creo que debes acercarte un poco más - a pesar de que nuestras manos seguían juntas, no estábamos tan cerca y debíamos estarlo para así poder bailar a gusto. Di un paso para estar más cerca.

- Pues... yo no creo que tú tengas algún defecto Rosalie, por lo menos a simple vista no - digo rascando mi nuca, nervioso, sonriendole.

Asiento y de verdad intento no verme tonto, y creo que lo voy logrando porque nadie me mira, mas que ella, y lo hace de una forma que ayuda a que mis cachetes sigan enrojecidos.

Unas cosquillas bastante graciosas se instalan en mi estomago y mi pecho, cuando escucho perfectamente que ella quiere seguir bailando a pesar del cambio de ritmo. Alzo la vista con una sonrisa apenada y nerviosa y asiento - Entonces... sigamos - digo acercándome lento cuando ella lo hace, riendo de forma boba y nerviosa, o mas bien en vez de risa es una salida de aire contenido en mi boca.

Apenas pongo mi mano en su cintura, se escucha un ruido fuerte de vidrio rompiendose cerca de nosotros y después comienza el caos, que en realidad no logro descifrar pues todo pasa muy rápido. Saco la varita y la empuño, apenas haciendo un Protego antes de que un hechizo choque a centímetros de mi nariz. Inconscientemente jalo a Rosalie hacia mi espalda, sin dejar de aplicar protegos y uno que otro expelliarmus. Entonces recuerdo que mi hermana esta aquí también y mi corazón se acelera aún mas de lo que ya estaba.

Logro concentrarme lo suficiente para comunicarme con Dannielle por telepatía... "Danny... estoy bien... protegete y nos vemos en las ventanas rotas" Pero por el descuido no noto que uno de esos enmascarados esta cerca y me lanza un hechizo que pega en mi hombro izquierdo, haciendo que caiga sobre una mesa cercana, rompiendola y cortandome el otro brazo con una copa rota, gruñendo por el dolor del alcohol entrando en la herida que me dura unos segundos solamente - ¡Cuidado Rosalie! - digo tomandola de la mano, jalandola para que caiga sobre mi pues el mismo enmascarado le apunta con su varita.

Kaleb MacNess escribió:- Pero... creo que es dificil cambiar eso y luchar contra siglos de ese tipo de educación - digo pensativo sin dejar de mirar ese punto fijo. No se porque pero con Charlotte me estoy abriendo ams de lo normal.

- ¿A qué te refieres con eso? - pregunto curiosa.
- Lo se... pero la quietud del lugar no me agrada mucho - digo alzandome de hombros también.
- ¿Te gusta nadar? - pregunto con sonriendo al imaginarme esas escenas que describe.
- Esperemos... seria muy entretenido volar un rato, claro que tendriamos que hacer algo con este vestido tan hermoso que traes puesto - digo con un toque travieso en la mirada - Y si no... podemos ir al lago - digo muy relajado, mirando el cielo, un cielo negro pero lleno de estrellas.

- Tú mismo lo haz dicho, son siglos y siglos de tradición- No es algo que pueda llegar y romperse con tan solo una acción... - O quizás sí, pero no en general, quizás solo en un par de casos. Para un cambio general se necesita más que solo deseos.

Lo miro con una sonrisa - A que las apariencias engañan más de lo que puedes creer. Suena una frase trillada pero... es muy cierta - Yo misma era la prueba.
Reí un poco - A veces un poco de quietud sirve - Sobretodo cuando estás con el estrés al máximo.
Asiento mientras avanzamos y lo miro - Si, bastante ¿Y a ti te gusta? - Pregunto pues verlo nadar debe de ser todo un deleite.

Sus palabras me hacen sonreír de medio lado - En ambos casos mi vestido estorbaría y para eso hay una fácil solución, arrancarlo. Siempre y cuando no te ofenda que me quite el vestido - Le digo con una mirada inocente pero una sonrisa traviesa. Esta era sin duda, mi última oportunidad de divertirme antes de estar atada a un chico que ni siquiera conocía más que por un vago recuerdo. Y quizás... no llegaría a tanto con Kaleb, por el contrato y juramento que tengo, pero al menos podría relajarme un rato.

Mientras avanzamos, un destello llama mi atención a la entrada del campo y me detengo, consiguiendo que Kaleb se detenga a su vez por ir del brazo conmigo. Al principio, creí que se trataba de la seguridad lanzando un simple aviso para que nos alejásemos, pero al prestar más atención... se veían unos cuantos encapuchados lanzando hechizos a los que sin duda, eran los aurores.
Contuve la respiración mientras sacaba silenciosamente mi varita del bolso y miré a Kale en silencio unos segundos - [color=greenEso... dudo que sea parte de la fiesta... [/color]- Le susurro muy bajo, mientras veo que un árbol podría servirnos de escondite si nos apresurábamos - Ven, ven, escondámonos ahí hasta saber que ocurre - Exclamo jalándolo del brazo en dirección al árbol. Sería insensato acudir a una lucha sin saber que estaba pasando con certeza. Y esperaba que aún no se dieran cuenta de nuestra presencia.

Kallum Mebarak escribió:- Pues... yo no creo que tú tengas algún defecto Rosalie, por lo menos a simple vista no - digo rascando mi nuca, nervioso, sonriendole.

Asiento y de verdad intento no verme tonto, y creo que lo voy logrando porque nadie me mira, mas que ella, y lo hace de una forma que ayuda a que mis cachetes sigan enrojecidos.

Unas cosquillas bastante graciosas se instalan en mi estomago y mi pecho, cuando escucho perfectamente que ella quiere seguir bailando a pesar del cambio de ritmo. Alzo la vista con una sonrisa apenada y nerviosa y asiento - Entonces... sigamos - digo acercándome lento cuando ella lo hace, riendo de forma boba y nerviosa, o mas bien en vez de risa es una salida de aire contenido en mi boca.

Apenas pongo mi mano en su cintura, se escucha un ruido fuerte de vidrio rompiendose cerca de nosotros y después comienza el caos, que en realidad no logro descifrar pues todo pasa muy rápido. Saco la varita y la empuño, apenas haciendo un Protego antes de que un hechizo choque a centímetros de mi nariz. Inconscientemente jalo a Rosalie hacia mi espalda, sin dejar de aplicar protegos y uno que otro expelliarmus. Entonces recuerdo que mi hermana esta aquí también y mi corazón se acelera aún mas de lo que ya estaba.

Logro concentrarme lo suficiente para comunicarme con Dannielle por telepatía... "Danny... estoy bien... protegete y nos vemos en las ventanas rotas" Pero por el descuido no noto que uno de esos enmascarados esta cerca y me lanza un hechizo que pega en mi hombro izquierdo, haciendo que caiga sobre una mesa cercana, rompiendola y cortandome el otro brazo con una copa rota, gruñendo por el dolor del alcohol entrando en la herida que me dura unos segundos solamente - ¡Cuidado Rosalie! - digo tomandola de la mano, jalandola para que caiga sobre mi pues el mismo enmascarado le apunta con su varita.

Con una sonrisa agradeci su comentario - Claro que tengo, lo que pasa es que no observas con detenimiento - Siempre he creído que tengo varios defectos y que todos los pueden notar con solo verme.

Esta fiesta me estaba gustando, hacia tiempo que no me divertía y me parecía que era el momento adecuado para hacerlo, porque pues solo hay una vida y hay que disfrutarla, tal y como Tristán lo me lo decía. - Perfecto - Sonreí, pues este baile, no era como los otros, era lento y creo que podíamos disfrutarlo.

Estaba colocando mi mano en su hombro cuando se acerco cuando el ruido de cristales rompiendo se escucha, lo que hace que voltee muy rápido para ver de donde proviene, pero no logro ver mucho ya que algunos corren y otros se agachan, hasta que una luz se acerca hasta donde estamos, pero cuando estoy a punto de reaccionar, quedo cubierta por Kallum. Respiro hondo y saco mi varita, era bueno que siempre la guardara en mi cintura, una rara costumbre aun cuando usaba vestido de noche, pero ni modo, mis manías a veces ganan.

Logro desviar dos hechizo que venían directo a mi, pero no contaba con que Kallum cayera por causa de uno, solo sentí un poco de aire. Me di la vuelta, pero ya un hechizo venía directo a mi, pero gracia a que Kallum me jala, me salve de que me diera de lleno. - Gracias Kallum - Agradezco, dándome cuenta de que estoy sobre él, pero antes de que me de un no sé por lo que acaba de suceder, me giro y apunto al que me lanzo el hechizo - ¡Desmaius! - El encapuchado caer desmayado - Odio que ataquen por la espalda - Susurró volviendo a ver a Kallum, pero veo que tiene sangre en su brazo. - ¡Estas herido! - Exclame, pero por supuesto era más que obvio. - Ven - Tome su mano, y lo lleve detrás de una columna que nos ayudaría de escudo por el momento.

Tome una de las servilletas que había cerca y la use como una venda, cubriendo su herida, para que dejará de sangrar, luego la anude para que no cayera, pero no mucho. - Eso te ayudara un poco - Susurré, pues un hechizo dio justo en la columna donde nos encontrábamos. Me asome un poco y era otro que veía acercándose, se abría paso, haciendo volar por el aire a dos chicos - ¡Expelliarmus! - Su varita salio volando - ¡Desmaius! - Otro más que caía. - Hay que movernos, antes de que vengan más - Dije esperando que pueda moverse, porque no se si la sangre le afecte en algo.

Amelie Lestrange Clawson escribió:- Tú mismo lo haz dicho, son siglos y siglos de tradición- No es algo que pueda llegar y romperse con tan solo una acción... - O quizás sí, pero no en general, quizás solo en un par de casos. Para un cambio general se necesita más que solo deseos.

Lo miro con una sonrisa - A que las apariencias engañan más de lo que puedes creer. Suena una frase trillada pero... es muy cierta - Yo misma era la prueba.
Reí un poco - A veces un poco de quietud sirve - Sobretodo cuando estás con el estrés al máximo.
Asiento mientras avanzamos y lo miro - Si, bastante ¿Y a ti te gusta? - Pregunto pues verlo nadar debe de ser todo un deleite.

Sus palabras me hacen sonreír de medio lado - En ambos casos mi vestido estorbaría y para eso hay una fácil solución, arrancarlo. Siempre y cuando no te ofenda que me quite el vestido - Le digo con una mirada inocente pero una sonrisa traviesa. Esta era sin duda, mi última oportunidad de divertirme antes de estar atada a un chico que ni siquiera conocía más que por un vago recuerdo. Y quizás... no llegaría a tanto con Kaleb, por el contrato y juramento que tengo, pero al menos podría relajarme un rato.

Mientras avanzamos, un destello llama mi atención a la entrada del campo y me detengo, consiguiendo que Kaleb se detenga a su vez por ir del brazo conmigo. Al principio, creí que se trataba de la seguridad lanzando un simple aviso para que nos alejásemos, pero al prestar más atención... se veían unos cuantos encapuchados lanzando hechizos a los que sin duda, eran los aurores.
Contuve la respiración mientras sacaba silenciosamente mi varita del bolso y miré a Kale en silencio unos segundos - [color=greenEso... dudo que sea parte de la fiesta... [/color]- Le susurro muy bajo, mientras veo que un árbol podría servirnos de escondite si nos apresurábamos - Ven, ven, escondámonos ahí hasta saber que ocurre - Exclamo jalándolo del brazo en dirección al árbol. Sería insensato acudir a una lucha sin saber que estaba pasando con certeza. Y esperaba que aún no se dieran cuenta de nuestra presencia.

- Creo que ser de familia sangre pura antigüa tiene sus precios ¿no? - digo aun muy pensativo mirando al vacío.

- ¿A si? ¿y exactamente a quién se le aplica más esa regla... a ti o a mi? - pregunto con la misma curiosidad de antes de su respuesta - Puede ser... a lo mejor soy algo paranoico - digo alzándome de hombros porque creo que no debí leer tanto sobre los mortífagos en el colegio, se me quedó cierta sensación paranoide al saber como eran las cosas en ese entonces, no porque tema por mi mismo siendo un sangre pura sin lugar a dudas, sino por el ambiente - La verdad sí, me siento libre y relajado cuando lo hago - digo sonriendole de lado.

Con eso que me dice me hace sonreirle y mirarla de forma poco decente - Pues... yo no tendría problema alguno para quitártelo sin dañarlo, menos aún para disfrutar de la vista una vez retirada la barrera de fina tela - digo en tono galante, pues creo que si las cosas siguen igual de bien esta noche dormiré profundo luego de una rica sesión con Amelie.

Por ir pensando en esas cosas me toma por sorpresa cuando ella se detiene y miro a donde ella lo hace, sintiendo un hueco en el estomago al ver enmascarados... tal como lo leí. Me dejo llevar por ella y hasta que estamos detrás de ese árbol se me ocurre sacar la varita, estando alerta - No lo creo... pero parece que no nos vieron - susurro sin perder de vista a esas figuras negras que caminan en dirección al edificio de la fiesta

- No estés tan seguro niño - dice una voz detrás de mi. No se como lo hace pero en segundos uno de esos enmascarados tiene tomada a Amelie del cuello, apuntándole al corazón directamente con su varita - ¿Saben ustedes niños... lo que hace un Crucio directamente en el corazón? - pregunta... con una voz que se me hace escalofriantemente conocida, pero no se bien donde la he escuchado.

- No... y no lo queremos averiguar, así que... Suéltala - digo apuntándole sin que me tiemble la mano para nada - Ella es Sangre Pura... y yo también, si tus intereses son clasistas debes dejarnos ir - digo sin dejar de mirar sus ojos que es lo único que sobresale de esa máscara blanca.

- Bueno si tú lo dices creo que debo creerlo, pero yo tengo muy buena vista - digo con una sonrisa pequeña y algo apenada, pues aunque me cuesta trabajo hacerles cumplidos a las chicas lindas, creo que Rosalie lo vale.

- De nada Rosalie - digo al tenerla sobre mi. En otras circunstancias seguro hubiera tartamudeado o de plano lo le hubiera dicho nada ni la hubiera ayudado a levantarse como lo hago, con los reflejos, la fuerza y la destreza que me hace perfecto para mi carrera, pero las situaciones de peligro y estrés parece que sacan lo mejor de mi - No creo que sean las personas mas honorables Rosalie - digo lanzando un desmaius y un expelliarmus a un lado y al otro - No... no te preocupes, estaré bien - le digo cuando nota que mi brazo esta sangrando un poco. No evito que me lleve detrás de una de las columnas del lugar. En verdad no quería que ella se diera cuenta de mi origen de esta forma, así que dejo que me haga esa especie de torniquete y le sonrío agradecido pero muy nervioso - Muchas gracias, de verdad - digo antes de asomarme por el lado contrario en que ella lo hace, y veo el campo libre por ese lado - Vamos... por aquí - digo tomándola de la mano.

La conduzco delante de mi, cubriendo su espalda con mi cuerpo, pues confío en que ella pueda cubrirnos por el frente mientras yo lo hago por detrás. Solo debí lanzar un Protego y otro Desmaius para lograr llegar a la parte de atrás de esa especie de templete donde el director se subió a hablar - Rosalie... debo esperar a mi hermana, nos veremos aquí. Creo que será mejor quedarnos aquí y cubrir a todos los que podamos desde aquí ¿de acuerdo? - le susurro antes de asomarme por un lado, lanzando un desmaius a un encapuchado que estaba listo para atacar a una pareja de chicas.