Clase 1. Pociones y Alquimia

Ha llegado el tan esperado 1° de Octubre, fecha en la cual da inicio el curso en Ollscoil Dagda Flamel. Desde muy temprano preparo todo lo concerniente a lo que será la primera clase de Pociones que daré muy temprano por la mañana. 

Seguro tendré esa mezcla característica de alumnos del primer día, los despiertos y emocionados por empezar y los que estan por demás dormidos, si no es que muertos. Como sea, yo vengo, tal como años pasados, a comenzar con la cátedra a mi manera. Esa manera... no ha muchos les agrada, no muchas la soportan y no muchos la aprecian, pero ha dado buenos frutos creo yo. La elaboración de Pociones es algo delicado y exigente, mis clases no son para juguetear con la varita y eso no muchos lo entienden.

Quince minutos antes de la hora de inicio llego al aula, tan diferente a las mazmorras del colegio Hogwarts, mas amplia y algo mas iluminada y ventilada. Dejo mi capa colgada en el perchero que esta a un lado de la puerta y mi maletin sobre el escritorio, sacando de este solamente un fajo de pergaminos que ya se sabrán de qué tratan. Espero a los alumnos, sentado detrás de mi escritorio al frente de las mesas de trabajo, golpeteando con mis dedos sobre la superficie de mi escritorio, con un ritmo algo impaciente.

OFF:

¡Por fin, por fin! Por fin empezaré a tomar las clases universitarias el día de hoy, luego de un fin de semana bastante difícil y raro.

Lo mejor de todo es que la primera clase del día será Pociones y Alquimia. No se si el profesor o profesora será igual de blando que el que tuve en el colegio, pero como sea yo daré mi mayor esfuerzo, para salir con las mejores notas, tal como siempre lo he hecho. Y no es que sea un cerebrito, pero se me dan bien las cosas casi siempre, soy... una mente privilegiada.

La mañana para mi comenzó con un buen baño y un desayuno sustancioso pero no tanto como para quedarme dormido a media clase, eso jamás. El uniforme... bueno... no me queda de otra que usarlo de forma correcta, no quiero llamar la atención de forma negativa, o por lo menos no desde el primer día y no por algo tan tonto como no traer el uniforme completo.

Una vez desayunado, camino tranquilo y con tiempo hacia el edificio Flamel, que es donde al parecer estan todas las aulas de clases, eso por lo menos ayudará a que no andemos corriendo como idiotas buscando los salones.

Miro mi reloj y faltan aún mas de 10 minutos para que sea la hora de la clase, pero noto que el aula ya esta abierta y al asomarme noto a un hombre, que supongo es el profesor - Buenos días... ¿Pociones y Alquimia verdad? - pregunto cortez y formal, pero al alzar la vista y notar el letrero que justo dice eso mismo miro al profesor, con una muy leve y ligera reverencia con la cabeza - Con permiso - y me paso, sentandome en la segunda fila de mesas, pues nunca me ha agradado estar hasta delante.

La mañana de hoy ha sido algo difícil. Ya me había acostumbrado a dormir hasta muy tarde y no es nada agradable hacerlo ahora mas temprano, pero la curiosidad que siento por empezar las clases me motiva a despegarme las sabanas y tratar de despertar con un baño. Aún no sabía que clase me tocaría primero, pero gracias al tablón de noticias del living de la fraternidad, me doy cuenta - ¡Genial! - susurro con una enorme sonrisa, aunque una chica que está a mi lado me mira raro cuando me escucha, tal vez no todos estan tan contentos de que las vacaciones acabaron.

Me pongo el uniforme, con todo y capa y corbata, y salgo al comedor, solo para tomar un poco de cereal y llevarme una manzana que como en el camino al edificio de clases. Luego de buscar un poco, encuentro mi aula, en el primer piso. 

Ya hay un alumno y el profesor, así que solo me aclaro la garganta antes de entrar - Buen día - digo claramente, en tono neutral, y me siento a un lado del chico que ya estaba ahí, el cual evidentemente es de la fraternidad de los Dragones, pues estas capas dejan poco a la duda, aunque... no se ven nada mal la verdad.

Me costaba un poco de trabajo levantarme, la verdad estaba cansada, el día anterior tuve que despertarme muy temprano, se me había olvidado ir por los libros, así que tuve que ir casi casi corriendo y por poco me quedo sin el, pero lo logre al final.

Me desperece un poco antes de poner por fin de pie y una vez hecho esto, fui a darme un baño, lo más rápido que pude, haciendo récord, dure 10 minutos, generalmente duró más pero quien sabe, tal vez por ser el primer día de clases, todo salga mejor. Claro que clases teóricas, las prácticas ya las había comenzado.  Luego de un desayuno ligero, ya que los nervios no me dejaron ingerir algo más sustancioso, tomo mis cosas y voy hacia las aulas de clases, en el camino, veo a algunos que corren por aquí y por allá, supongo que es debido a que no saben para donde ir, o no han visto que cada salón tiene un letrero.

Al llegar al aula, asomo solo la cabeza, hay dos chicos, y detrás del escritorio, un hombre con una cara demasiado seria, debía ser el profesor. Decido entrar, sonriendo un poco nerviosa, porque no los conozco, pero como tendremos clases juntos, las cosas cambiarían, por lo menos serían conocidos si  no llego a entablar relación amistosa con ellos.  

Volteé a ver al profesor y luego a mis compañeros, con una pequeña sonrisa en los labios - Buenos días profesor, buenos días chicos - luego de eso fui hasta la hilera de en medio y me senté no me gustaba sentarme en la primera fila, me daba cosa sentirme tan observada por los profesores, así que mejor, un poco lejos de ellos, pero no tanto.

Correr... correr o morir en el intento de no llegar tarde a la primera clase de la materia fundamental de mi carrera, Pociones y Alquimia ¿Por qué correr? Pues porque mi reloj biológico escocgió justo este día para desconfigurarse y hacer que abra un ojo cuando escucho mas ruido y movimiento afuera de mi habitación. 

No es necesario detallar la rapidez con la que de pronto estaba bajo la regadera y luego fuera de ella, aunque sería gracioso que se supiera que al regresar maldije hasta al mismo Merlin por el golpazo (léase madrazo) que mi pobre dedo chiquito del pie izquierdo sufrió al regresar a mi habitación... ya me las arreglaría con esa esquina de la cama después. Tenía mucho que no usaba de nuevo un uniforme, aunque este es un poco mas colorido y elegante que el de Hogwarts, permite que las curvas se noten mejor al ser la capa mas corta y entallada, cosa que me agrada y aún mas a mis ojos al bajar al comedor a medio desayunar, porque que se sepa, que si yo no tengo comida en el estomago puede arder Troya.

Correr... de nuevo a correr para llegar al aula de Pociones y Alquimia. Lo logro unos minutos antes de la hora de entrada que marcaba el horario. Doy un respiro mientras arreglo mi cabello y entonces entro, mirando de reojo a todos - Buenas días - digo antes de pasarme y sentarme detrás de un chico de capa azul, tratando de no distraerme con al bonita rubia que esta detrás de mi.

Como ya sabía que las clases comenzarían, me desperté temprano para estar lista, no deseaba correr, pues no es bueno, pues o te pasa un accidente o bien olvidas algo que debías llevar a la clase, así que me lo tome con calma.

Tome un largo baño y un desayuno, no pesado, pero si que me ayudara a rendir durante el resto del día. Una vez acabe mi desayuno, fui a vestirme, me puse el uniforme, tome mis libros y salir de la fraternidad, rumbo al edificio donde se impartirían las clases.

Revise cada puerta mientras avanzaba por el pasillo, hasta dar con Pociones y Alquimia. Me pare en la puerta, notando que el profesor estaba ya ahí y unos cuantos de mis compañeros. - Buenos días. - Salude de manera general, manteniendo solo una suave sonrisa. Avance entre las mesas y me senté a un lado de una chica de capa gris, se veía un poco nerviosa, tal vez era mi imaginación. Volteé a a verla unos instante y le sonreí, regresando mi mirada al frente.

El primero de octubre solo significaba una cosas y eso era, inicio de clases, no sé si me emocionaba tanto esa idea, o no, pero si me intrigaba, además, ahora podía llegar más tarde al trabajo, pero no me salvaba del todo.

Antes de tomar un baño, fui a comer algo, cereal y un poco de jugo, más una tostada con mermelada de fresa, eso siempre ayudaba en un día de clases. Una vez con el estomago lleno, regreso a mi habitación y voy a tomar un baño, tenía tiempo, así que no llevaba prisa. De todas formas no dure mucho. Al salir me vestí con el uniforme, no estaba mal el azul. Cuando estuve lista tome mis cosas y salí rumbo al edificio Flamel, donde las clases se llevaban a cabo.

Antes de llegar a mi destino, esquive a dos despistados, corrían de un lado a otro, se veían tan tontos, pero en fin, no debía detenerme y distraerme con ellos. Llegue al aula indicada y toque ligeramente la puerta a pesar de que se encontraba abierta. - Buenos días - salude a quien suponía era el profesor, ya que estaba detrás del escritorio. Una vez indicado el saludo, entre al aula, ya que no me negó el acceso o eso esperaba. Me senté al lado del chico de mi fraternidad, no estaba ni muy adelante ni muy atrás, un termino medio agradable.

El profesor McLoughlin parece ser de los clásicos exigentes y algo arrogantes, pero en mi opinión a veces de ese tipo de profesores se aprende mucho, cuando no son solo fanfarronería y pose, y sobre este profesor eso solo se verá con el tiempo y el paso de las clases. Por una parte me agrada que se nos de mas importancia a los Medimagos, y obviamente a los de Pociones, en esta materia, aunque la idea de tomar clases de mas no es muy atractivo para mi vida social, que debo disfrutar antes de amarrarme a mi desconocida prometida.

Saco un pergamino y solo garabateo un poco sobre los horarios de clases y los temas, pues me gusta llegar preparado a la clase del día y debo saber qué temas se verán primero. Regreso mi total atención al profesor y niego levemente pues por lo menos yo no tengo dudas aún.

Off:

El profesor me respondió lo que yo quería e incluso muchísimo mas, y en cuanto veo todo lo que va apareciendo en el pizarrón me quedo entre sorprendida y emocionada, pues aunque es mas que evidente que estudiaré mas que los demás, eso no importa pues eso también quiere decir que sabré muchísimo mas y suena tentador. Aunque la información no dura mucho tiempo en el pizarrón, aunque si me da tiempo de copiar los temas de mi carrera, que suenan mas que interesantes, siempre soñé con saber hacer un perfecto Veritaserum, y ni que decir de un Felix Felicis... ¡espléndido!

Asiento cuando da los horarios tentativos y también tomo nota de ese hecho, no quiero que se me vaya a olvidar alguna clase y entonces sí que estaré en serios problemas. Como en lo personal no tengo ninguna duda, niego de inmediato cuando pregunta si ya puede empezar con la clase, pues muero por empezar.

OFF: