- Albert R. Kuegler - Expediente

Historia

Es originario de Alemania, hijo de magos sangres puras. Sus padres eran personas sencillas, amables y muy felices, que le daban todo el cariño que se merecía. Nunca le falto nada, ni en el ámbito económico ni en el familiar y amoroso.
Cuando tenía 9 meses, dio sus primeras señales de magia, solo que no recuerda que fue lo que hizo, pues su madre solo se lo menciono una vez.
Su infancia fue feliz, rodeado de sus seres más queridos, sus padres y sus abuelos maternos, ya que los paternos, nunca los conoció, pues murieron 5 años antes de que él naciera.
No fue un pequeño muy inquieto, pero tampoco travieso en exceso, prefería sentarse y escuchar las anécdotas que su abuela tenía para contarle, diario era una nueva o la continuación de la anterior.
Al tener la edad suficiente asistió a Durmstrang. Fue durante los primero años fue un chico regular, le gustaba mantener un perfil bajo, no le gustaba llamar la atención de los demás ni que se metieran con él, pero tampoco le gustaba que abusaran de los demás, así que cuando debía sacaba ese Albert que se mantenía oculto a los ojos de los demás. Fue entonces cuando tomo su decisión de ser Auror.
Cuando cumplió los 15 años y días antes de regresar a casa para vacaciones de verano, recibió una terrible noticia, sus padres habían muerto de una manera extraña, nadie sabía que fue lo que sucedió. Esto ocasiono que se volviera algo retraído y solitario. Quedo a cargo de sus abuelos, aunque ambos señores estaban devastados, veían en Albert más que a un nieto, lo querían como su hijo. Así que lo educaron y le dieron todo lo que necesitaba para salir adelante, pero no fueron los únicos, Sophie, su mejor amiga siempre le apoyo en todo y unos meses más tarde, su amistad dio un vuelco, se volvieron pareja. Al salir del instituto se comprometieron, pero también tenían en claro que querían estudiar, así que sin descuidar su relación y sus estudios, cada uno tomo la carrera que más le atraía, Albert, sería Auror, mientras Sophie, una cuidadora de Criaturas Mágicas, siempre tuvo ese encanto por los animales y parecía que ellos tenían cierta atracción hacia la chica. Estudiaron en una universidad mágica Alemana, que si bien no era muy conocida, no tenía nada que envidiarles a las demás.  Al graduarse, Sophie comenzó a buscar un empleo cuidando dragones, su animal preferido y Albert, entro al ministerio alemán, donde a los pocos meses, sobresalía de entre sus compañeros, así que le ofrecieron el puesto como jefe de aurores, él no lo pensó dos veces y acepto, el dinero le vendría bien, pues dentro de poco, su vida ya la de Sophie por fin se unirían.
Todo iba de maravilla entre ellos, sus trabajos eran perfectos, y su relación era perfecta, era los mejores amigos y se conocían hasta el más mínimo defecto. Pero el destino es cruel. Seis meses antes de casarse, Sophie comenzó a enfermar muy seguido, y cada día se ponía peor, al grado que tres meses luego de enfermar, la chica falleció, pues contrajo una enfermedad rara cuando trabaja con uno de los dragones. Albert, quedo muy deprimido, su vida se derrumbó, no sabía qué hacer y no, para donde mirara, todo estaba negro. Fue así como le ofrecieron un trabajo en su antiguo colegio, para dar clases de Vuelo. No sabe si quiera porque lo acepto, pero se dio cuenta que este trabajo, poco a poco lo iba sacando de ese hoyo donde cayó. Y así fue como se recuperó, no del todo, pero lo superó.
Luego de un año dando clases en Durmstrang, el ministerio alemán lo traslado a Irlanda, con el mismo puesto, pero él no quería dejar de enseñar, así que busco empleo en la universidad más prestigiosa del país, y Ollscoil Dagda Flamel, le dio empleo como profesor de vuelo, así que puede decirse que su vida laboral no cambio y con esto está feliz. Sabe que no siempre puede estar triste o deprimido, porque las cosas buenas llegan cuando menos lo esperas, así como Sophie llego a su vida, además ella le enseño a nunca darse por vencido, algo que nunca olvida.